Está en marcha la campaña de evaluación de ambientes costeros del Golfo San Jorge

El buque “Mar Argentino” zarpó desde Mar del Plata en una campaña interdisciplinaria que se lleva a cabo el marco del Grupo de Trabajo Golfo San Jorge y Sistema Frontal Norpatagónico de la Iniciativa Pampa Azul.

Financiado por la Iniciativa Pampa Azul, zarpó el pasado viernes 11 desde el puerto de Mar del Plata un crucero científico destinado a evaluar los ambientes costeros del Golfo San Jorge, una de las áreas prioritarias de la Iniciativa. El buque “Mar Argentino” es propiedad del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y se estima que la duración de la campaña será de 25 días.

La actividad forma parte de las investigaciones del Grupo de Trabajo Golfo San Jorge y Sistema Frontal Norpatagónico perteneciente a Pampa Azul, y en ella participa un equipo interdisciplinario de científicas y científicos pertenecientes al INIDEP; al Centro de Estudios de Sistemas Marinos (CCT CENPAT-CONICET; a la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB); al Instituto Argentino de Oceanografía (IADO-CONICET); y a la Dirección de Investigación de la Armada (DIIV) y UNIDEF (CONICET/ Ministerio de Defensa).

El objetivo principal de la campaña –liderada por Raúl Reta como jefe científico– es realizar mediciones de corrientes; obtener información de oceanografía química complementaria a los estudios físicos y biológicos; estudiar la biodiversidad de la comunidad del fitoplancton y su conectividad con el ambiente pelágico y bentónico; identificar genéticamente organismos del ictioplancton; evaluar, mediante el método hidroacústico, la biomasa de la fracción poblacional de anchoíta (Engraulis anchoita) en la franja costera del Golfo San Jorge y áreas adyacentes, entre otros. Se desarrollará en dos etapas, con una única entrada al Puerto Caleta Paula.

La información obtenida permitirá comenzar a entender los patrones de biodiversidad marina, el funcionamiento del ecosistema estrictamente costero y la conectividad entre los ambientes marinos dentro y fuera del Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral (PIMPCA), que abarca una porción marina de 777.6 km2 que se extiende desde la línea de alta marea hasta una milla náutica. Esta campaña complementará las investigaciones previas y en marcha sobre los ambientes alejados de la costa dentro del golfo, y la información que se obtendrá será fundamental para elaborar medidas de conservación y ordenamiento del espacio marino, y contribuir al enfoque ecosistémico de la pesca, una de las prioridades de la Iniciativa Pampa Azul en un sector de gran relevancia para dicha actividad.

Al respecto, el Coordinador Ejecutivo de la Iniciativa Pampa Azul, Juan Sala, manifestó: “Esta campaña es de vital importancia para la iniciativa porque apuntala la necesidad de investigar más las costas de nuestros golfos, como el San Jorge, y su interacción con las aguas más abiertas. Pero además, permite analizar todo esto en el contexto de importantes áreas protegidas costero-marinas como el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral (PIMCPA) y parte de la Reserva de la Biosfera Patagonia Azul. Una investigación como esta sólo podía desarrollarse con un buque como el Mar Argentino del INIDEP, que más que un buque es un laboratorio de última generación con capacidad de navegar aguas someras”.

Por su parte, el Subsecretario de Coordinación Institucional del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Pablo Núñez, y Presidente del Consejo de Administración del Programa PROMAR aseguró: “Esta campaña permitirá comenzar a entender los patrones de biodiversidad marina, el funcionamiento del ecosistema estrictamente costero y la conectividad entre los ambientes marinos dentro de la costa del Golfo San Jorge. Esto marca una nueva etapa dentro de Pampa Azul, que complementa las investigaciones previas y las que ya están en marcha sobre el Golfo, articulando con las necesidades de Parques Nacionales en la región”.

“La información a colectar es información de base para elaborar medidas de conservación y ordenamiento del espacio marino, fortalecer el Plan de Manejo del PIMCPA, y contribuir al enfoque ecosistémico de la pesca en un sector de gran relevancia para dicha actividad. El uso del BIP Mar Argentino permitirá, por primera vez, acceder a la zona costera del Golfo, y la información complementará las investigaciones previas y en marcha sobre ambientes más alejados de la costa dentro del Golfo”, afirmó Ana Parma, coordinadora del Grupo de Trabajo Golfo San Jorge y Sistema Frontal Norpatagónico e integrante del Consejo Asesor Científico de Pampa Azul.

Acerca del Golfo San Jorge
El Golfo San Jorge es uno de los sectores más productivos y con mayor biodiversidad del Mar Argentino, donde se llevan a cabo actividades económicas en expansión centradas en los recursos naturales, principalmente pesqueros y petroleros. El complejo relieve submarino de la zona costera y la intensidad del flujo de mareas son la base de una importante productividad marina. Debido e estas características, el golfo concentra importantes recursos para la pesca industrial, artesanal y recreativa, con extensas praderas de macroalgas de importancia económica, y asentamientos reproductivos de aves y mamíferos marinos de relevancia regional y para el desarrollo turístico.

Por otro lado, las aguas del golfo se encuentran expuestas a la contaminación marina proveniente de actividades portuarias y de extracción, carga y transporte de petróleo. En el sector costero del norte del golfo, en particular, se encuentra incluido el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral (PIMCPA). Este sector también forma parte de la Reserva de la Biosfera Patagonia Azul y fue designado “Zona de Protección Especial” mediante ordenanza de la Prefectura Naval Argentina.

Para desarrollar estrategias de conservación y gestión que permitan la conservación y explotación sustentable de los recursos renovables es necesario profundizar el conocimiento acerca del funcionamiento del ecosistema y de su sensibilidad ante los impactos humanos.

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Grupos de trabajo de las áreas geográficas prioritarias: biodiversidad, productividad y soberanía

Al interior de Pampa Azul funcionan grupos de trabajo que abarcan las distintas dimensiones de la Iniciativa. En esta oportunidad presentamos a quienes se ocupan de las zonas de estudio estratégicas definidas en nuestra hoja de ruta.

Pampa Azul cuenta con cinco áreas geográficas prioritarias definidas sobre la base de sus características oceanográficas, la importancia de sus ecosistemas y el impacto potencial de las actividades humanas.

Dentro de Pampa Azul existen distintos grupos y mesas de trabajo asociados a los objetivos y metas de interés expresados en la hoja de ruta de la Iniciativa, y ese es uno de los espacios en donde hacen sus aportes las y los especialistas que integran tanto el Consejo Asesor Científico (CAC) como el Consejo Asesor Tecnológico (CAT) así como representantes ministeriales e investigadores con conocimiento en las temáticas en discusión. Para asegurar la sustentabilidad de los ecosistemas y establecer políticas de uso responsable de los bienes marinos es imprescindible contar con conocimiento científico detallado, y en función de optimizar ese proceso es que se establecieron áreas geográficas prioritarias (AGPs), que permiten sostener programas de investigación y monitoreo en el largo plazo, teniendo en cuenta la gran extensión de la plataforma continental argentina.

Actualmente, Pampa Azul cuenta con cinco áreas geográficas prioritarias definidas sobre la base de sus características oceanográficas, la importancia de sus ecosistemas y el impacto potencial de las actividades humanas. Ellas son: Banco Burdwood / Área protegida Namuncurá; Frente del Talud Continental / Agujero Azul; Golfo San Jorge; Islas Subantárticas; y Sistema fluvio-marino del Río de la Plata. Sobre esta base se desarrollan grupos de trabajo que en esta gestión se están encargando de redefinir los objetivos de trabajo en las AGPs, de acuerdo a nuevos parámetros tales como el cambio climático, el impacto de las actividades humanas en las costas y las posibilidades productivas de cada área en particular.

Banco Burdwood / Área Marina Protegida Namuncurá
Gustavo Lovrich es investigador Principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y se desempeña en el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC/CONICET). Como coordinador del grupo del Banco Burdwood / Área Protegida Namuncurá, explicó que estas zonas de estudio “surgieron originalmente para abarcar áreas de interés científico, estratégico, económico, en general respondiendo a algún servicio ecosistémico más relevante. La definición de cada una permite orientar las investigaciones y las grandes inversiones en campañas y equipamiento de medición oceanográfico”.

Consultado por esta área geográfica prioritaria en particular, señaló que fue elegida “porque se sospechaba que era un lugar de alta biodiversidad de organismos marinos asociados al fondo. Además, el Banco Burdwood tiene una ubicación tal que hacía previsible la presencia científica, dado que se encuentra cerca de un área en disputa con el Reino Unido. De allí deriva su importancia geopolítica”.

Entre los desafíos proyectados para esta gestión se encuentra el trabajo conjunto con la Administración de Parques Nacionales en relación al Área Marina Protegida Yaganes, que conecta el Canal Beagle y la Isla Grande de Tierra del Fuego: “Queremos relevar el rol Yaganes en la transferencia y/o transporte de nutrientes, carbono, fauna y flora hacia las profundidades y su relación con el Banco Burdwood. Además se pretende integrar las investigaciones de los taludes de Yaganes y del Banco Burdwood a la del talud de la plataforma continental argentina y comparar sus afinidades faunísticas, así como las respuestas al cambio climático”, detalló el investigador.

Foto: Gentileza Diego Gonzalez Zevallos.

En cuanto al grupo de trabajo, éste involucra a investigadores e investigadoras del CADIC; el INIDEP, el Centro Nacional Patagónico (CENPAT / CONICET); el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC – CONICET / UNMdP); universidades nacionales; el Museo Argentino de Ciencias Naturales; el Servicio de Hidrografía Naval (SHN); y en materia de logística cuenta con la colaboración de la Prefectura Naval Argentina y la Armada Argentina.

Golfo San Jorge y Agujero Azul
Otras dos áreas destacadas dentro de Pampa Azul son las que corresponden al Golfo San Jorge (GSJ) –el más amplio de la costa argentina– y el Frente del Talud Continental / Agujero Azul, localizado a unos 500 km al este del San Jorge. Según recordó Ana Parma, Investigadora Principal CONICET en el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR/CENPAT-CONICET) y coordinadora del grupo de trabajo del Golfo San Jorge “se formó en 2014, luego de identificarse a esta zona como un área de interés prioritario para Pampa Azul. La misión fue la elaboración de un programa de investigación y monitoreo a largo plazo del ecosistema marino del Golfo”. De esta primera etapa de trabajo surgió una publicación que se puede encontrar en nuestra biblioteca de divulgación.

“Esta es un área muy productiva, zona de cría para algunos de los recursos pesqueros más importantes de Argentina, como la merluza y el langostino. Es también un área de reproducción de aves y mamíferos marinos con gran potencial turístico, y con una diversidad de hábitats muy grande”, continuó Parma. Esta diversidad llevó a la creación del Parque Interjurisdiccional Marino-costero Patagonia Austral (PIMCPA), en la zona norte del Golfo, pero todavía “la información disponible sobre los ambientes y organismos marinos que se pretende conservar y manejar es escasa”, advirtió la investigadora. Para ello se está planificando una campaña costera para la primavera de 2022, “que será la primera en abordar el estudio de las aguas someras del GSJ y litoral del Chubut desde una perspectiva interdisciplinaria”, completó Parma.

La diversidad del Golfo San Jorge llevó a la creación del Parque Interjurisdiccional Marino-costero Patagonia Austral (PIMCPA).

Entre otras metas, esta campaña tendrá como fin evaluar recursos bentónicos y pelágicos, focalizando sobre la anchoíta como recurso base de las tramas tróficas, y analizar las condiciones oceanográficas (físicas y químicas), la batimetría y estructura de los fondos, la composición del plancton y la diversidad del bentos. Según consignó la investigadora del Cenpat, la información obtenida “permitirá comenzar a entender los patrones de biodiversidad marina, el funcionamiento del ecosistema estrictamente costero”, para complementar las investigaciones previas y en marcha sobre ambientes más alejados de la costa. “El área del GSJ, al ser costera, tiene mayor relación con los centros urbanos de la zona. Para esta gestión, una de las metas es fortalecer proyectos de investigación que enfaticen la dimensión social y productiva de actividades con base en los recursos del mar”, finalizó Parma.

Cabe destacar que en este grupo colaboran investigadores e investigadoras del CESIMAR/CENPAT-CONICET; el INIDEP; el Centro de Investigación y Transferencia Golfo San Jorge (CIT-GSJ); universidades nacionales; el Dpto. Propagación Acústica – Dirección de Investigación de la Armada y UNIDEF (CONICET/MINDEF); la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE); el SHN; la Administración de Parques Nacionales (APN); y las autoridades de pesca de Chubut y Santa Cruz.

Algo similar ocurre en la zona del Frente del Talud Continental / Agujero Azul, cuyo grupo de trabajo es coordinado por Marcelo Acha, investigador Principal del CONICET que desarrolla su labor en el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (UNMdP-CONICET). “La productividad biológica del Mar Argentino no se distribuye homogéneamente, por el contrario, hay regiones relativamente pequeñas que concentran una cantidad desproporcionadamente alta de esa productividad. La más grande e importante de tales regiones es lo que conocemos como el Frente del Talud Continental”, explicó. El grupo de trabajo para esta AGP involucra a especialistas de las universidades nacionales de Mar del Plata, del Sur y de Buenos Aires; el CONICET; el INIDEP; la UNMdP-CONICET; el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) y el SHN.

Foto: Gentileza Laura Schejter.

Acha –que también forma parte del Consejo Asesor Científico de Pampa Azul– describe a este frente como una banda que se distribuye por más de 1500 kilómetros, “y está muy alejada de la costa, donde finaliza la plataforma continental y comienzan las grandes profundidades. Por todo esto se decidió concentrar los esfuerzos en una región relativamente pequeña del frente del talud, y es así que elegimos el sector conocido como Agujero Azul. Buscamos comprender su funcionamiento ecológico para trasladar luego lo aprendido al resto del talud continental”.

El Agujero Azul se caracteriza por ser una región de alta producción de fitoplancton, el primer eslabón de las cadenas tróficas del mar: “Su productividad se esparce luego hacia otros organismos de mayor tamaño, incluyendo a aquellas especies comerciales como el calamar, la merluza o las vieiras, y también a las especies de interés para la conservación, como son las aves y mamíferos marinos”, amplió Acha. La cuestión clave se da en materia de soberanía, dado que esta AGP se extiende más allá de los límites de la Zona Económica Exclusiva argentina: “Esto atrae a muchas flotas internacionales que –en tanto no ingresen a nuestras aguas jurisdiccionales– pueden pescar en esa pequeña región, pero son los mismos recursos que luego ingresan en nuestras aguas y son explotados por la flota nacional. Por eso es importante conocer la abundancia de estos recursos, y por qué y cuándo visitan el Agujero Azul a lo largo de sus circuitos migratorios”, remarcó el investigador del INIDEP-IIMyC.

La productividad del Agujero Azul se esparce luego hacia otros organismos de mayor tamaño, incluyendo a aquellas especies comerciales como el calamar, la merluza o las vieiras, y también a las especies de interés para la conservación, como son las aves y mamíferos marinos, amplió Acha.

En ese sentido, el trabajo en esta área se concentrará en identificar los procesos que sostienen su productividad biológica “los mecanismos que hacen variar esa productividad, y comprender cómo esa variabilidad se distribuye por la trama trófica afectando a las especies de interés; queremos comprender por qué sucede esto y cómo afecta a los diferentes tipos de organismos que explotan esta región”, concluyó Acha.

Por último, cabe destacar que la mesa de trabajo general de las AGPs continúa avanzando con las áreas que corresponden a las Islas Subantárticas; y Sistema fluvio-marino del Río de la Plata, definiendo líneas de trabajo que pronto serán dadas a conocer.

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Luego de tres años, se retoman las campañas en la zona de cría de merluza en el Golfo San Jorge y litoral de Chubut

El BIP “Dr. Eduardo L. Holmberg” del INIDEP zarpó días atrás para realizar esta campaña de investigación. En el marco de Pampa Azul, se recolectará también información para el estudio de las variables ambientales y biológicas en estaciones de esta área geográfica prioritaria.

BIP “Dr. Eduardo L. Holmberg. FOTO: Gentileza INIDEP.

El 19 de enero pasado el BIP “Dr. Eduardo L. Holmberg”, perteneciente al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), dio inicio a la campaña de “Evaluación de abundancia de juveniles y desovantes de merluza (Merluccius hubbsi) en la zona de cría norpatagónica”. La misma se extenderá por aproximadamente 27 días y tiene al Dr. Gustavo Álvarez Colombo como jefe científico.

“Es un logro muy importante volver a realizar esta campaña luego de tres años”, remarcó el director del INIDEP, Oscar Padin. Según consignaron desde el Instituto, la campaña liderada por el Programa Pesquería de Merluza y Fauna Acompañante, tiene como objetivos principales determinar del área de concentración de juveniles de merluza; obtener índices de abundancia por grupo de edad de juveniles de merluza en el área de cría norpatagónica y monitorear del estado reproductivo de la merluza, la estimación de la abundancia, evaluar la estructura de longitudes y parámetros reproductivos (fecundidad, frecuencia reproductiva, calidad ovocitaria, longitud/edad de maduración).

Adicionalmente, y en el marco de actividades consensuadas entre el INIDEP y el Grupo de Trabajo Golfo San Jorge (GTGSJ) perteneciente a la Iniciativa Pampa Azul, se llevará a cabo la primera visita para recolección de muestras a una Estación Permanente de Estudios Ambientales (EPEA) en el Golfo San Jorge. Esta EPEA fue establecida próxima a Comodoro Rivadavia, de modo de facilitar el acceso periódico a la zona para el estudio continuado de las variables ambientales y del plancton. Desde allí “se procederá a colectar información de manera consistente a lo largo del tiempo acerca de distintas variables ambientales y biológicas”, explicó Ana Parma, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CESIMAR/CENPAT-CONICET) y coordinadora del Grupo de Trabajo Golfo San Jorge (GTGSJ).

BIP “Dr. Eduardo L. Holmberg. FOTO: Gentileza INIDEP.

En esta estación se estudiarán las variables físicas y químicas a partir de perfiles de CTD (Conductivity-Temperature-Depth) y muestras de agua; las fluctuaciones de la productividad primaria a partir de muestreos con red de fitoplancton; y las variaciones en la presencia de organismos bentónicos y zooplanctónicos mediante arrastre con redes específicas.

En la EPEA próxima a Comodoro Rivadavia se colectará información de manera consistente a lo largo del tiempo acerca de distintas variables ambientales y biológicas.

Asimismo, la investigadora indicó que, en el marco del fortalecimiento de los sistemas de observación bajo discusión en Pampa Azul, se prevé el emplazamiento de fondeos como parte de la red inter-institucional ROMA, para el monitoreo continuo de corrientes y temperatura del agua de mar, tarea que requerirá la recolección periódica de los datos registrados y el mantenimiento y calibración del instrumental fondeado.

En ese sentido, Parma comentó los principales objetivos a los que apuntan desde el GTGSJ: “Estamos desarrollando un programa de investigación y monitoreo a largo plazo del ecosistema marino del Golfo San Jorge y litoral del Chubut, una de las áreas seleccionadas como prioritarias por la iniciativa Pampa Azul en función de su alta productividad y biodiversidad, por ser clave en el ciclo de vida de especies de importancia pesquera y de alto potencial para el turismo, entre otras cuestiones”. El “Programa Estratégico de Investigación y Monitoreo a largo plazo del Golfo San Jorge” impulsa el estudio integrado del funcionamiento del ecosistema marino del golfo y del impacto de las actividades humanas que allí se desarrollan.

La coordinadora del GTGSJ destacó que los datos recopilar en la red inter-institucional ROMA “permiten investigar la variabilidad de los sistemas costeros, evaluar los efectos del cambio climático sobre el ecosistema y en particular sobre organismos de interés comercial, detectar de manera temprana anomalías, validar modelos oceanográficos físicos de circulación y respaldar la elaboración de planes de contingencia para la prevención y control de impactos debido a la contaminación”, entre otros. Tal como se consigna en el proyecto ROMA, estos servicios “son esenciales para el desarrollo económico sostenible a largo plazo de las poblaciones costeras, así como para los tomadores de decisiones operativas y políticas, objetivos de la Iniciativa Pampa Azul”.