Las campañas oceanográficas son la base de la investigación científica en el mar. Su objetivo es recabar datos y obtener muestras que, luego de ser procesadas en los laboratorios en tierra, serán clasificadas y utilizadas para elaborar distintos tipos de modelos. Debido a su complicada logística y alto costo económico, las campañas oceanográficas requieren una planificación cuidadosa que aproveche al máximo cada hora de navegación. El mar constituye un espacio tridimensional complejo que requiere el involucramiento de múltiples enfoques disciplinarios para una comprensión cabal. Por esta razón, la coordinación entre distintas especialidades científicas debe ser considerada tanto en las etapas preparatorias como en las posteriores al período de navegación.
La preparación de una campaña en el mar tiene dos aspectos principales. El primero de ellos involucra al alistamiento de los barcos, comprende las rutinas de revisión y mantenimiento de los subsistemas navales y las tareas de aprovisionamiento necesarias para una operación eficaz. Estas cuestiones, así como la selección y preparación de la tripulación, son responsabilidad del capitán del buque. El segundo aspecto se refiere a los asuntos vinculados a la investigación, lo que incluye la planificación científica, la constitución y coordinación de los grupos de trabajo y la revisión/calibración del instrumental científico. Una campaña comienza a prepararse con al menos un año de anticipación. Durante este período se discuten proyectos, itinerarios y metas de trabajo y se establecen calendarios y prioridades operativas. Luego de la campaña, las muestras son distribuidas entre distintas instituciones y las tareas continúan en los laboratorios en tierra.
Trabajos a bordo
Un buque de investigación es portador de una gran cantidad de instrumental que puede registrar datos en modalidad automática o manual. Durante la travesía, muchos datos son recogidos en forma automática mediante sondas y sensores de distinto tipo y se almacenan en los sistemas a bordo o son transmitidos on line a los laboratorios en tierra. Otras clases de datos, particularmente los que requieren de muestreos biológicos o geológicos, implican la intervención de personal de cubierta capacitado en la operación de artefactos tales como guinches y grúas, redes, robots submarinos, dragas, etc. Los buques de investigación cuentan con laboratorios químicos, geológicos y biológicos que permiten analizar y acondicionar muestras durante la navegación. Sin embargo, debido a que la cantidad de información recogida suele ser vasta, el análisis completo de los datos puede prolongarse durante varios años.
La flota de investigación argentina
La disponibilidad de buques oceanográficos adecuadamente equipados y apoyados por un sistema logístico eficaz es un aspecto clave para garantizar la investigación científica en el mar. La flota de investigación argentina está constituida por buques dependientes de distintas áreas gubernamentales, con equipamientos y capacidades adaptados a usos específicos. El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) posee los barcos de investigación pesquera “Víctor Angelescu”, “Dr. Eduardo Holmberg” y “Mar Argentino”.
Por su parte, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas es propietario de los barcos de investigación “Puerto Deseado” y “Austral”. Este último, está particularmente equipado para misiones de prospección geológica e investigación oceanográfica. Además, el Consejo planea disponer del barco “Azara I”, facilitado por la fundación homónima, que será readaptado para tareas de investigación en la plataforma continental.
El Servicio de Hidrografía Naval cuenta con el buque de investigación costera «Comodoro Rivadavia» y emprende la construcción de una embarcación destinada a la investigación fluvial. La Prefectura Naval Argentina posee el motovelero oceánico “Dr. Bernardo Houssay”, y el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET) incorporó en 2021 al BIC “Shenu” a su flota.
Adicionalmente, la Administración de Parques Nacionales sumó al “BIP Oca Balda”, que actualmente se encuentra siendo reparado en el Astillero Río Santiago para ajustar su estructura y funcionamiento en pos de la investigación y gestión relacionada con la conservación de las áreas marinas protegidas.
Finalmente, volvió a entrar en servicio el rompehielos “Almirante Irízar”, que ha sido totalmente renovado y equipado. Si bien este buque está primariamente destinado a la investigación antártica, también se prevé utilizarlo para misiones de investigación en el Atlántico Sur. En lo inmediato, los esfuerzos se concentran en elevar el estado operativo de la flota de investigación y emprender mejoras sustanciales en el nivel de equipamiento.
Objetivos
- Efectuar en forma regular campañas marinas de investigación en las áreas de Banco Burdwood, Agujero Azul, Golfo San Jorge e Islas Subantárticas.
- Establecer protocolos de campaña y manuales operativos para cada uno de los buques de la flota de investigación.
- Implementar planes anuales de adquisición/actualización de equipamiento para los buques de investigación actualmente operativos.
- Crear un centro de apoyo técnico para el mantenimiento y desarrollo del instrumental y del equipamiento móvil utilizado en las campañas de investigación.