Difunden los resultados de la campaña científica binacional entre Argentina y Chile sobre el Canal Beagle

Se dieron a conocer en un número especial de la revista Journal of Marine Systems, que tuvo al investigador del CONICET e integrante del Consejo Asesor Científico, Gustavo Ferreyra, como uno de los editores invitados.

La Journal of Marine Systems (JMS) es una publicación especializada en temáticas marinas, orientada a facilitar un intercambio interdisciplinario entre oceanógrafos físicos, químicos y biológicos, así como geólogos marinos. Recientemente, se dedicó una ediciòn especial de la misma para exponer los resultados provenientes de la campaña oceanográfica realizada en noviembre de 2019 a bordo del Buque de Investigación Pesquera (BIP) Víctor Angelescu, embarcación del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), abarcando territorio argentino y chileno del Canal Beagle (Tierra del Fuego).

El número contó con la participación en el trabajo editorial del investigador del CONICET, director del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) e integrante del Consejo Asesor Científico de Pampa Azul, Gustavo Ferreyra, y su par chileno, el investigador principal y director del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL, Universidad Austral de Chile), Humberto González Estay, quienes, a su vez, redactaron el artículo introductorio. El volumen incluye más de 15 artículos de investigación con contribuciones de especialistas de CONICET, entre 60 investigadores e investigadoras pertenecientes a varias universidades e institutos de investigación de Argentina, Chile, Francia, España, Austria y Brasil.

La publicación incorporó asimismo datos históricos obtenidos durante campañas previas realizadas en la región. Los resultados obtenidos revelan la gran complejidad y heterogeneidad de este ambiente costero, que en el mar Argentino se destaca por ser el ecosistema marino más estrechamente conectado con el entorno terrestre, tanto en términos físicos como biogeoquímicos. Además, es un significativo sumidero de carbono y mantiene una fuerte conexión con el Océano Atlántico sur y la Antártida.

El trabajo científico llevado adelante en las zonas pertenecientes a ambas naciones sobre el Canal Beagle es de gran relevancia debido a múltiples factores climáticos, oceanográficos y socioecológicos, y proporciona información y conocimientos de carácter científico fundamentales, aportando insumos para los tomadores de decisiones y las políticas públicas de los dos países. Esta región es uno de los mayores reservorios de agua dulce subpolares, alberga una importante biodiversidad de flora y fauna marinas y terrestres, y es un punto clave del encuentro entre los océanos Pacífico y Atlántico. Finalmente, la Patagonia Austral es una de las áreas más sensibles al cambio climático y es una parte importante de la cultura y el legado de los pueblos originarios de Chile y Argentina.

“La difusión de este tipo de información al público general, y no sólo dentro de la comunidad científica, es de gran importancia, dado que muestra los esfuerzos para contribuir a la unión entre ambos países a través del conocimiento. En este caso, a través del estudio de un ecosistema compartido por las dos naciones, cuya dinámica necesita ser estudiada en profundidad, en particular teniendo en cuenta los impactos del cambio climático y la explotación de los recursos en la región”, señaló Ferreyra.

El proyecto conjunto cubrió tres áreas de estudio fundamentales sobre los océanos: su comportamiento en términos químicos, físicos y biológicos. Esto incluyó la observación de diferentes grupos de organismos microscópicos, como virus, bacterias, plantas y animales planctónicos, así como de diferentes tipos de carbono en el agua, ya sea orgánico o inorgánico. Además, se estudiaron procesos importantes, como la acidificación de las aguas marinas, y los flujos del carbono entre la atmósfera en el agua en forma de CO2 y la sedimentación de partículas, entre otros temas. Todo esto se hizo a partir del trabajo conjunto y colaborativo entre varios grupos de científicos, pertenecientes a distintos países.

Por otra parte, la iniciativa bilateral contribuyó a la formación de recursos humanos en el marco de procesos de formación doctoral, y también produjo gran cantidad de material de divulgación. Como parte de dicho material cabe destacar el documental “El Beagle y sus dos Naciones”, una coproducción de CONICET Documental, la productora audiovisual de la Dirección de Relaciones Institucionales (DRI) del CONICET, TEC, el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC CONICET) y el Centro IDEAL de Chile, que resultó ganadora del primer puesto en la edición 2022 del Premio Universidad de Buenos Aires a la divulgación de contenidos educativos en medios periodísticos nacionales, en la categoría Producciones Audiovisuales.

La campaña se desarrolló en el marco de la Comisión Bilateral de Cooperación en Investigación Científica Marina Austral, propiciada por las Cancillerías de Argentina y Chile, con el liderazgo del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CONICET) y del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas de Altas Latitudes (IDEAL), y forma parte del proyecto denominado “Ocean Acidification and Hypoxia Impacts on High Latitude Marine Coastal Ecosystems: The Case of the Beagle Channel (OCAH-Beagle)”, financiado conjuntamente por el Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación, por medio de la iniciativa Pampa Azul, el CONICET y la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco.

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El 1er Congreso de Pampa Azul reunió en Mar del Plata a más de 650 asistentes relacionados con las Ciencias del Mar.

La observación marina en el largo plazo fue el tema de la 2° charla del Programa de Formación de Recursos Humanos

Alumnas y alumnos de las 8 universidades que forman parte de esta iniciativa participaron de una capacitación que brindó el integrante del Consejo Asesor Científico de Pampa Azul y Director del CADIC, Gustavo Ferreyra.

La segunda charla del encuentro se tituló “¿Por qué es importante la observación marina en el largo plazo? Una mirada desde la ciencia y la geopolítica”.

Días atrás se llevó a cabo el segundo encuentro del ciclo de charlas que forma parte del “Programa de Formación de Recursos Humanos en disciplinas de la ciencia afines a la Iniciativa Pampa Azul”. En esta ocasión la disertación se tituló “¿Por qué es importante la observación marina en el largo plazo? Una mirada desde la ciencia y la geopolítica” y estuvo a cargo del Dr. Gustavo Ferreyra, integrante del Consejo Asesor Científico de la Iniciativa y Director del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC/CONICET).

La propuesta –que se lleva a cabo de manera virtual– convocó a alumnas y alumnos de las universidades que reciben estos incentivos, destinados a promover tanto el aumento de las matrículas como la contención y acompañamiento de las y los estudiantes en las mismas, con el fin de incrementar los egresos en disciplinas afines a la Iniciativa Pampa Azul.

Participaron estudiantes de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP); la Universidad Nacional del Sur (UNS); la Universidad Nacional del Comahue (UNCOMA); la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB); la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA); la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF), Antártida e Islas del Atlántico Sur; la Universidad Tecnológica Nacional (UTN); y la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN).

Ferreyra comenzó su exposición presentando el esquema general de circulación de todos los océanos. Los temas principales tratados abordaron el rol del océano en la fijación de carbono y el concepto de bomba biológica; la importancia de la zona austral en el sostenimiento de las tramas tróficas y la producción primaria. Además, realizó un repaso por las principales características topográficas del sistema formado por la isla de Tierra del Fuego, el canal de Beagle y la Antártida, al que calificó de “laboratorio natural” y destacó su importancia biológica.

A fin de remarcar la importancia de la observación marina y los instrumentos con los que se cuenta en la actualidad en nuestro país, el integrante del Consejo Asesor Científico de Pampa Azul presentó la Red de Observación Marina Argentina (ROMA), incluida dentro de la Red de Redes de Pampa Azul. ROMA fue creada en 2019 y a partir del año pasado posee financiamiento por parte de Pampa Azul. Ferreyra enumeró y describió los distintos nodos que se ubican en el litoral costero patagónico y los perfiles académicos y disciplinares que pueden contribuir a esta red. Además, presentó los equipos que se utilizan para la toma y medición de los distintos parámetros de información (estaciones hidrometeorológicas, landers).

Otros aspectos de la charla comprendieron el rol de la Argentina en cuanto a las decisiones geopolíticas con respecto a la Antártida, y la necesidad de contar con más conocimiento como herramienta de soberanía; y una breve presentación acerca de la Iniciativa Pampa Azul y sus objetivos.

El próximo 7 de noviembre tendrá lugar el tercer encuentro, titulado “Enfoque Ecosistémico de la Pesca en el Mar Argentino”, en el que disertará la Dra. en Biología María Eva Góngora, integrante del Consejo Asesor Científico de Pampa Azul y Docente-Investigadora del Instituto de Investigación de Hidrobiología Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB); y la Dra. en Sociología María Soledad Schulze, Docente-Investigadora del Grupo de Estudios Pesqueros del Litoral Atlántico (UNPSJB).

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Se realizó la primera charla para estudiantes en el marco del Programa de Formación de Recursos Humanos de Pampa Azul

Pampa Azul trabaja para implementar su Red de redes

La iniciativa interministerial impulsa la definición de un sistema de observación integrado en la Argentina, cuyo objetivo es fortalecer y expandir capacidades en el monitoreo continuo de las condiciones del ambiente oceánico, incluyendo las costas y zonas de transición.

Foto: Gentileza red EMAC-IADO.

Con el fin de fortalecer las capacidades del sistema científico-tecnológico para contribuir a las políticas públicas relacionadas con el mar, la Iniciativa Pampa Azul se encuentra trabajando con distintos integrantes del sistema científico-tecnológico nacional en una aproximación sistemática para la definición e implementación de un sistema de observación en la Argentina. La finalidad es desarrollar el monitoreo continuo de las condiciones del ambiente oceánico, incluyendo las costas y zonas de transición. Es a partir de las redes de observación existentes como nació la modalidad de Red de redes, que busca integrar la infraestructura de observación y gestión de la información disponible y crear nuevas redes.

La Red de redes permite coordinar esfuerzos para fortalecer y expandir las capacidades de generación de información del ambiente oceánico, proponiendo una perspectiva de cadena de valor completa de las observaciones, que facilita la adecuada utilización de la información para producir los impactos esperados en las distintas áreas de aplicación.

A través de la complementariedad de los objetivos específicos de cada una de las redes que componen la Red de redes, se busca:

1- Observar las principales variables oceanográficas físicas, químicas y biológicas cubriendo un amplio rango latitudinal desde el Río de la Plata hasta la Antártida.

2- Monitorear las variables meteorológicas y polvo atmosférico en un amplio rango latitudinal.

3- Fortalecer las capacidades para el estudio de nuestros sistemas costeros y marinos, y los impactos producidos por estresores relacionados al cambio climático y otras actividades humanas.

4- Monitorear indicadores relacionados al Objetivo de Desarrollo Sostenible 14, que contempla la importancia de la vida submarina, contribuyendo con las autoridades nacionales, provinciales y/o municipales para la consolidación de planes nacionales y locales de respuesta.

Paula Etala, directora Nacional de Ciencia e Innovación en Productos y Servicios en el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), explicó que la Red “se asienta sobre iniciativas existentes que Pampa Azul ayuda a financiar y a ampliar su marco de institucionalidad y apoyo. También integra redes ya existentes mantenidas por institutos que se suman a la Iniciativa, aportando la visión de sostenibilidad en el largo plazo”. Etala, que también forma parte del Consejo Asesor Científico (CAC) mencionó que la implementación se regirá por etapas, definidas en base a una evaluación de factibilidad realizada por una mesa de trabajo designada para tal fin: “Está previsto que durante 2022 se inicie la implementación de la red costera, al mismo tiempo que se comiencen acciones para la instalación de sitios de observación en áreas piloto sobre la plataforma continental. Dicha implementación estará a cargo de las instituciones, con el acompañamiento permanente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) como autoridad de aplicación de la Ley PROMAR”, señaló la investigadora.

Integración por sobre todo
Como área de acción transversal, la Red busca el desarrollo de capacidades técnicas, así como también la generación de capacidades institucionales y de instrumentos que permitan la sostenibilidad del sistema. Los monitoreos incluyen variables biológicas, biogeoquímicas, físicas e hidrometeorológicas entre otras, integrando información aportada por las redes y proyectos de observación marino costeras ya establecidas y/o en proceso de formación como ROMA, REMARCO y Red EMAC-IADO junto con la de organismos como el Servicio Meteorológico Nacional y el Servicio de Hidrografía Naval, entre otros. Estos incluyen estaciones permanentes con muestreos discretos de variables físicas, químicas, biológicas ecológicas, estaciones autónomas hidrometeorológicas en los muelles de las principales ciudades, y estaciones autónomas en landers ubicadas entre los 30-50 metros de profundidad.

Con respecto a la Red de Observación Marina de largo plazo (ROMA), Gustavo Ferreyra, integrante del CAC y director del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET), describió que “está constituida por nueve nodos, donde siete son administrados por instituciones CONICET y los otros por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto”. El aporte de ROMA en el mediano y largo plazo será “el poder conformar una red latitudinal de adquisición de datos clave para entender los impactos del cambio climático y otros estresores sobre los ambientes marinos costeros, útiles para la ciencia y para brindar servicios a la comunidad y decisores”.

Red ROMA.

Por su parte la red REMARCO “tiene como prioridades de trabajo el estudio de cuatro temáticas de relevancia: la acidificación de los océanos, las floraciones de algas nocivas y eutrofización, contaminación química y por microplásticos en sistemas marinos costeros en Argentina, trabajando desde una perspectiva regional en Latinoamérica y el Caribe, incorporando técnicas convencionales como también técnicas isotópicas y nucleares con uso pacífico”, aportó Betina Lomovasky, que es investigadora en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC – CONICET/UNMdP) y forma parte del CAC.

La incorporación a la Red de redes de Pampa Azul, “permitirá, por un lado, transferir los entrenamientos y capacitación de investigadores locales para la medición de los indicadores de los ODS 14.1. y 14.3 a otras instituciones de Argentina, aumentando así las capacidades nacionales para dar respuesta al ODS 14. Por otro lado, se complementarán los sistemas de observaciones marino-costeros ya existentes, cubriendo áreas temáticas y de vacancia geográfica en nuestras costas”, finalizó Lomovasky.

Red REMARCO nodo Argentina.

En cuanto a la red EMAC-IADO, Alejandro Vitale, investigador del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) e integrante del Consejo Asesor Tecnológico (CAT), consignó: “Es una red con más de 15 años de actividad, tanto en el monitoreo ambiental como en su desarrollo tecnológico. La primera estación con transmisión remota se instaló en diciembre de 2007 en la ciudad costera de Monte Hermoso. Desde ese entonces, la red no deja de incorporar nuevas locaciones cada año en todo el país, como nuevos desarrollos tecnológicos, siempre con el objetivo de poner a disposición la información para toda la población”.

Mapa Red EMAC-IADO.

En ese sentido, “gracias a la iniciativa Pampa Azul, la red no solo cobra una mayor visibilidad sino que le permitirá complementarse con otras redes, ya sea para compartir la información, para la intercalibración de sus parámetros, así como también para la unificación de esfuerzos en una completa cobertura del monitoreo ambiental espacio-temporal de todo el territorio nacional, particularmente el marino”, aseguró el investigador.

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• Redes de observación

 

El buque Shenu llegó a Ushuaia para incorporarse al CADIC

La embarcación que se sumó a la flota del CONICET y prestará servicios para Pampa Azul significa una ampliación de las capacidades de investigación científica del centro de estudios fueguino.

Foto: gentileza Lucas Ferreyra.

La semana pasada arribó a la ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego, el buque Shenu, que prestará servicios al Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC). El Shenu se incorporó a la flota del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y fue recibido en una ceremonia en donde estuvieron presentes la presidenta del CONICET, Ana María Franchi; el director del CADIC, Gustavo Ferreyra; la vicedirectora de la institución, Andrea Coronato; el gerente de administración del CONICET, Jorge Figari y miembros del Consejo Directivo de la institución fueguina. 

El barco posee la capacidad de llevar adelante investigaciones marinas y de apoyo a otras disciplinas del CADIC e instituciones asociadas en el área del Canal Beagle. En el marco de la Iniciativa Pampa Azul, está previsto que colabore en la agenda de trabajo de la Comisión Binacional Argentina-Chile de Cooperación en Investigación Científica Marina Austral, en la que participan el CADIC y el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de Chile, y cuya primera campaña tuvo lugar a fines de 2019. Adicionalmente, el Shenu formará parte de la Red de Observación del Mar Argentino (Red ROMA), y será operado con el apoyo de la Armada Argentina.

“Es una alegría encontrarme en la Ciudad de Ushuaia para recibir a la embarcación Shenu que se incorpora a la flota del CONICET y va a facilitar las investigaciones marinas en la isla y sus alrededores”, expresó Franchi. “Este barco permitirá progresar en las investigaciones que ya lleva adelante esta institución así como desde la Universidad de Tierra del Fuego”, completó la presidenta del Consejo.

Por su parte, Ferreyra manifestó que esta nueva adquisición “es producto de dos años y medio de trabajo conjunto entre el CADIC y los ingenieros navales del CONICET, así como de sus autoridades”, y agregó: “Hemos logrado un producto final que, creemos, va a ser muy exitoso y viene a completar una falencia que teníamos en la región para los estudios marinos”.

La coordinadora Ejecutiva de la Iniciativa Pampa Azul y titular de la Unidad de Gabinete de Asesores del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT), Carolina Vera, afirmó: “La incorporación del Shenu a las capacidades del CONICET es una gran noticia, ya que permitirá fortalecer y expandir las campañas de investigación en las temáticas científicas relevantes a la agenda interministerial de Pampa Azul”.

Foto: gentileza Lucas Ferreyra.

Con capacidad operativa para navegar el Canal Beagle, incluyendo la zona de Isla de los Estados, el Shenu servirá como una plataforma para el desarrollo de investigaciones científicas relacionadas con la oceanografía (física, química y biológica), el estudio del ecosistema marino del fondo, la geología costera, la hidroacústica y la evaluación de los recursos vivos locales.

Por otra parte, estará disponible como plataforma académica y educativa para la formación de recursos humanos orientados en temas marinos en colaboración con las universidades locales y otras a nivel nacional. Finalmente, la embarcación podrá brindar servicios tecnológicos de alto nivel a instituciones gubernamentales o entes privados, para diferentes necesidades.

Características generales
Según comentó el director del CADIC, “El nombre del barco, Shenu, es una palabra shelk-nam, que significa viento y fue elegido por votación, por las y los integrantes del CADIC; del mismo modo que la identificación de las necesidades, su diseño y hasta su pintura”.

La timonera ubicada a proa de la embarcación amplía el espectro de visibilidad circular por ambas bandas, permitiendo acceder por la cubierta al castillo de la misma. El castillo está diseñado con la premisa de permitir acceder a dos personas para trabajos científicos desde la borda en la proa de la embarcación. En el lado popel de la timonera, hacia la cubierta corrida de trabajo, se instaló una mesa de acero inoxidable fija para trabajo científico húmedo. Esa mesa, el baño y la cubierta de trabajo se lavan a través de un sistema de agua de mar a presión suficiente.

La nobleza del diseño del buque permitirá desarrollar estudios multidisciplinarios integrados. El criterio empleado en su construcción hace foco en las maniobras científicas necesarias para obtener muestras perfectamente trazables. El equipamiento de base que será montado a bordo incluye guinche y pórtico para sistema de arrastre para muestreos de fondo y pesca, pescante con roseta y redes de plancton, ROV e instrumental acústico.

El Shenu ha sido incorporado a la matrícula nacional, construido totalmente en aluminio de calidad naval (5083 H111) apto para navegación marítima austral, zona del Canal de Beagle. Las condiciones de mar son olas del orden de 2 metros y vientos de aproximadamente 15 nudos con rachas de 30-40 nudos.

Detalles técnicos generales
ESLORA (sin plataforma para buzos): 16.50 mts
MANGA (sin botazos): 4.50 mts
PUNTAL DE CONSTRUCCIÓN: 2.18 mts
CALADO MÁXIMO: 0.80 mts
PROPULSIÓN: DOS (2) motores diésel marinos con cajas reductoras inversoras acopladas.
POTENCIA DE LOS MOTORES: 164.1 Kw (220 HP) a 1800 RPM.
TIPO DE PROPULSIÓN: Líneas de ejes con hélice de paso fijo (2).
ACOMODACIÓN INTERIOR: 2 Tripulantes. Máximo (12) doce personas. Comedor y camarote para 4 personas.
DESPLAZAMIENTO MÁXIMO: 16.50 Ton
AUTONOMÍA MÁXIMA: 61 Hs
VELOCIDAD MÁXIMA: 28 Nudos
ALCANCE: 720 Millas náuticas
POTENCIA GENERADOR: 8.48 Kw

Fuente: CADIC

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