Agujero Azul – Talud Continental

El frente del talud continental es una de las regiones más productivas del hemisferio sur. Su extensión abarca desde la latitud de la desembocadura del Río de la Plata hasta la de Tierra del Fuego, aproximadamente. Su gran extensión espacial y su lejanía de la zona costera, hacen que su estudio sea un desafío en términos técnicos y financieros, resultando muy difícil encarar estudios de campo que lo abarque en su totalidad. La estrategia elegida para generar conocimiento sobre este ecosistema fue concentrar los esfuerzos en un área más pequeña, y luego probar en qué medida los resultados en ella obtenidos representan a otras regiones del frente del talud. La región escogida como modelo del talud es la denominada Agujero Azul, situada entre los 44° 30’ y 47° 00’ S, y entre los 100 y 3.000 m de profundidad aproximadamente, cubre un área de 86.262 km2. En esta región la plataforma continental se extiende aguas afuera de la zona económica exclusiva de nuestro país, y en ella operan varias flotas internacionales sobre recursos como calamar y merluza, entre otros.


Posición geográfica de las estaciones oceanográficas realizadas en las dos campañas del Área Geográfica Prioritaria: Agujero Azul-Talud continental.

El talud continental constituye una de las áreas más productivas de nuestro mar y su estudio equivale a caracterizar desde la ciencia, el área de contacto de aguas jurisdiccionales argentinas con las aguas internacionales de alta mar. Varias especies de interés comercial (por ejemplo, calamar; vieiras; stock norte de merluza), y varias especies de interés para la conservación (por ejemplo, elefantes marinos; ballena franca; albatros y petreles) pasan al menos parte de su ciclo vital aprovechando su alta productividad. Además, estas especies realizan extensas migraciones sobre la plataforma patagónica sirviendo como vectores de la producción del talud hacia ecosistemas aledaños. La alta producción fitoplanctónica del frente del talud contribuye a que sea una de las regiones de captación de CO2 en nuestro mar, con el consiguiente impacto en la mitigación de los efectos del cambio climático. Dada su extensión, lejanía y grandes profundidades, el conocimiento que tenemos sobre la región es fragmentario y a todas luces insuficiente para elaborar estrategias de conservación y de aprovechamiento de sus recursos.

Objetivos y metas

La meta del proyecto que se desarrolla en esta AGP es comprender los mecanismos que controlan las condiciones ambientales locales y su impacto sobre la producción, diversidad biológica, producción secundaria y pesquera, y evaluar el impacto de actividades antrópicas en el ecosistema marino y sus servicios.

Para alcanzar esta meta se requiere:

  1. Evaluar de qué manera la variabilidad ambiental (estacional; interanual; asociada al cambio climático) se transmite al componente biológico del ecosistema.
    Identificar los componentes de las comunidades biológicas (diversidad).
  2. Evaluar su abundancia e interacciones tróficas, y los determinantes físicos, químicos y biológicos que modulan la estructura de esas comunidades.
    Investigar de qué modo la producción pesquera es afectada –y afecta – estos procesos.

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